sábado, 10 de septiembre de 2011

McClintock reconoce riduculez del miedo tras el 11-S

El Secretario de Estado de Puerto Rico, Kenneth McClintock, acepta que a raíz del 11 de septiembre de 2001, muchas empresas en Estado Unidos se benefician del miedo generado en la sociedad.

A través de su cuenta de Twitter, @PRSecState, McClintock no titubeo en aceptar que vivimos bajo medidas ridículas de seguridad.
A continuación les reproduzco íntegramente el intercambio de comunicación.
  • @larod98 Se acuerdan cuando #HoyHace10años la simple bolsita de ziplock no había sido ascendida a "portaestandarte de la seguridad nacional"
  • @PRSecState: @larod98 Muchas cosas han cambiado en 10 años, esa siendo una de ellas.
  • @larod98: @PRSecState ¿en favor de quién? muchos hemos dejado derechos al margen por empresas que viven "del miedo que tenemos".
  • @PRSecState: @larod98 Los pocos ganadores, como sugieres, son las pocas empresas que se nutren de "la dictadura de la seguridad" post 9-11.
  • @larod98: Contra toda dictadura, mientas me queden fuerzas RT @PRSecState: @larod98 son pocas empresas q se nutren de "la dictadura de la seguridad"
  • @PRSecState: @larod98 Esta semana ví ridiculez de hacer a un piloto quitarse reloj para pasar RayosX, un tipo que con o sin reloj podría estrellar avión!
  • @larod98: @PRSecState exacto. el problema es que se raya en lo ridículo. La lógica de ellos: "mientras tengan miedo, no cuestionan"
Hoy se cumplen 10 años desde los fatídicos ataques terroristas a Nueva York, y una década desde que cambió nuestra forma de movernos por el mundo.  Un nuevo orden mundial que no salió desde los cuarteles de Al-Qaeda, sino desde las más altas esferas del gobierno económico y político de Estados Unidos.

Porque todos sabemos que los mensajes en Twitter "se borran y nunca existieron", aquí les dejo un pantallazo de la conversación. (Mi útlimo mensaje no se ve, pero yo no voy a borrar los mios je)


sábado, 5 de febrero de 2011

Cuando la mierda apesta en casa...

Foto Archivo El Nuevo Día/Juan Rivas
No puedo imaginar el dolor que tiene que estar atravesando Deborah Martorell y su familia en estos momentos.  Un dolor que, lamentablemente, han padecido muchas familias en Puerto Rico, y que día a día es la comidilla de los medios de comunicación que le espetan el micrófono y la cámara en la cara a los afectados.

Algunos no se cortan ni un ápice: ¿Qué pasó? ¿Desde cuándo? ¿Dónde? ¿Sospechabas de la situación? ¿Qué te contó la nena? ¿Cómo? (Vamos, las 5 W's y la H de las clases de periodismo para crear historias de "calidad"). Estos ejemplos de las barbaridades que se atreven a preguntar algunos periodistas, con tal de satisfacer el hambre de los jefes de información, va de la mano con la pregunta más común en las salas de redacción de medios audiovisuales: "¿Tienes sangre y mocos?". Así suele determinarse qué noticia hace la primera plana.

Hoy, la lamentable noticia toca de cerca a WAPA televisión, y responsablemente reproducen las palabras de Déborah: "Les pido que nos den el espacio para que la investigación transcurra de la forma más certera y rápida posible". Totalmente comprensible.  Y se les respeta.

Pero ese espacio no sólo lo merece éstos.  Sino todas las familias en Puerto Rico que han tenido que ver su drama televisado, con mocos incluídos.