Foto Archivo El Nuevo Día/Juan Rivas |
Algunos no se cortan ni un ápice: ¿Qué pasó? ¿Desde cuándo? ¿Dónde? ¿Sospechabas de la situación? ¿Qué te contó la nena? ¿Cómo? (Vamos, las 5 W's y la H de las clases de periodismo para crear historias de "calidad"). Estos ejemplos de las barbaridades que se atreven a preguntar algunos periodistas, con tal de satisfacer el hambre de los jefes de información, va de la mano con la pregunta más común en las salas de redacción de medios audiovisuales: "¿Tienes sangre y mocos?". Así suele determinarse qué noticia hace la primera plana.
Hoy, la lamentable noticia toca de cerca a WAPA televisión, y responsablemente reproducen las palabras de Déborah: "Les pido que nos den el espacio para que la investigación transcurra de la forma más certera y rápida posible". Totalmente comprensible. Y se les respeta.
Pero ese espacio no sólo lo merece éstos. Sino todas las familias en Puerto Rico que han tenido que ver su drama televisado, con mocos incluídos.
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